Posteado por: La Aventura de Vivir | 27 enero, 2011

Inclinados hacia la tierra

Con este título me quiero referir a la etimología del término humildad, que a su vez procede del término en latín humus -tierra. Este título simboliza la postura que debemos adoptar los mortales ante nuestro Dios, como seres finitos e imperfectos que somos. Más allá de lo transpersonal, me gustaría que lo encarnáramos en la gente que habitualmente nos rodea: familia, pareja, compañeros de trabajo, amigos, etc.

Bajo esta premisa, ¿qué podemos hacer para inclinarnos hacia nuestro prójimo?, ¿cómo podemos integrar la virtud de la humildad en nuestro día a día? Desgraciadamente, la sociedad arribista en la que vivimos nos inculca una serie de términos (soberbia, egoísmo, altivez, orgullo) que chocan frontalmente con la pureza de este término. ¿Para qué poner el acento en el mal ajeno en lugar de ponerlo en los logros personales?

Una vez más, la elección es nuestra y, por consiguiente, este camino virtuoso empieza por uno mismo; por conocer nuestra propia esencia. Sin humildad no hay conocimiento de uno mismo. La soberbia que todos llevamos dentro puede enturbiar esta toma de conciencia. En segundo lugar, saber aceptarse; reconocer nuestros límites, miedos y  carencias nos colocan en la misma posición del guerrero que sale al campo de batalla. El siguiente peldaño sería el del olvido de uno mismo, estadio nada fácil, ya que nuestros pensamientos negativos y preocupaciones hacen que nos centremos en exceso en nosotros mismos concediendo demasiado espacio a los problemas. Aunque resulte poco creíble, en numerosas ocasiones sentimos cierto regodeo con estos fantasmas danzando a nuestro alrededor, con un fin inconsciente de llamar la atención al que tenemos más cerca. Finalmente, el darse o inclinarse, ponerse al servicio de los demás, algo parecido a la caridad; ese amor incondicional, que por ejemplo, en pareja, muy pocas veces se practica y que consiste en dar sin esperar nada a cambio; ¿nos suena esto a algo?

La humildad es el reconocimiento de la nada, de lo finito y limitado del ser humano. Ya lo dice el Génesis 3:19 «Porque eres polvo y al polvo volverás». Queridos coaches: «inclinémonos hacia nuestros coachees«.

Ángel, Carmen, David, Borja y Sara «muchas gracias por cruzaros en mi camino«.


Respuestas

  1. Me gusta Pablo, una de las cualidades más importantes para cualquier coach y de las más difíciles de enseñar, si es que se puede enseñar. La humildad se tiene o no se tiene, creo que es de las que no vienen en el «pack de coach», sino en el de la persona que ya existía y en su esencia.
    Un abrazo
    David Cru

    • Muchas gracias por tu comentario David. Un abrazo. Ya voy poco a poco mejor…


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